Fomentar fuentes de trabajo es una alternativa para disminuir la oferta de drogas en las calles

Fomentar fuentes de trabajo es una alternativa para disminuir la oferta de drogas en las calles, esa es la opinión de doña Isabel (nombre protegido), quien salió hace unos meses del Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Cotopaxi, donde permaneció por más de un año y medio. Cumplió una sentencia por el delito de tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización en mínima escala (microtráfico). Aceptó dar esta entrevista, pues quiere compartir con la ciudadanía las razones que le indujeron a participar en esta ilícita actividad.

¿Cómo se metió en este negocio?
Yo trabajaba en el mercado y un amigo me dijo que le dé guardando unos paquetes de marihuana que él había traído de Colombia. Yo le dije que bueno, luego me dio 50 dólares por esconder eso. Vino otras veces y me daba más plata. Después me dijo que venda a la gente y comencé a repartir por mi barrio primero, después por la Marín.
¿Ósea que lo hizo por dinero?
Si, ganaba más que vendiendo en el mercado. Además mi esposo se quedó sin trabajo, él era carpintero. Le mandaron por pelearse con un compañero. Luego el también comenzó a vender pero en otros lados. Porque mi amigo repartía por otros barrios.
¿Es decir los dos se dedicaban a la venta de droga?
Si, los dos. Ahí ganábamos más plata. Teníamos para irnos a comer bien y hasta a mi hijo le pusimos en una escuela pagada.
¿A quiénes le vendían la droga?
Al que quería. Luego ya me conocían y me pedían. Jóvenes y viejos también. También gringos. Ellos eran los que mejor pagaban.
¿Qué piensa de las drogas?
 Que son malas.
¿Por qué vende entonces, si sabe que eso hace daño a la gente?
Porque es un buen negocio. Tengo lo que no puedo tener con un trabajo normal. Además, aquí no hay trabajo.
¿Consume?
Antes no, solo vendo…
¿Es decir, si tuviera un buen trabajo no vendería?
Claro si ganara como gano vendiendo, claro que dejaría de vender. Verá eso no va a pasar por eso toca seguir. Cuando salí de la cárcel igual dije que ya no vendería pero nadie me dio trabajo. Estuve en el SRI de limpieza y luego me sacaron porque se terminó el contrato. Estuve con una costurera y también se acabó el trabajo. Y que me quedaba… si mi marido ya está preso también y tengo de comer y darle a mi hijo que coma.
¿Qué le parece lo que ha dicho el Gobierno sobre la lucha contra la droga?
No sé lo que ha dicho, pero eso siempre ha habido. Pero la gente es ‘viciosa’ y quieren más y más.
¿Qué debería hacer el Gobierno para que ya no consuman y ustedes ya no vendan?
Dar trabajo a la gente y para que ya no compren, no sé.     
¿Ahora que salió de la cárcel a qué se dedica?
A lo mismo. Voy a seguir vendiendo y si caigo presa otra vez, le tocará a mi esposo, ojalá ya salga él. Esa es mi vida y es muy difícil que cambie. Dicen que uno se acostumbra a estas cosas de estar entrando y saliendo de la cárcel.


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